Una Vida A Través de Instagram
Luis Fernando Padilla (@LuisFerPadilla)
¿Ser influencer?
Martes por la noche, me bebía un whiskey con mineral mientras esperaba mi cena a domicilio. Además de mi perro Tristán, el celular siempre resulta buena compañía cuando no hay nadie más. Es decir, no hay mejor manera de engañar a la soledad que leer los mensajes “no leídos” en instagram mientras se espera un Yakimeshi y se bebe whiskey.
*44 no leídos*
Desde un “Cásate conmigo, okey no :( bye. Te amo.” hasta una chica que
me pide que le recomiende libros porque acaba de terminar una relación de dos años. Intento contestar todos y cada uno. Siempre lo intento, me gusta sentirme cerca de ellos porque después de todo ellos son los que disfrazan mi soledad mientras ceno. De repente, en uno de esos mensajes aparece la pregunta:
¿Qué es para ti ser influencer y qué esperas alcanzar?
Un trago al whiskey, un cigarrillo y bloqueo el celular. No siempre es fácil contestar todos los mensajes.

Esa misma noche, rodeado por la oscuridad de mi habitación, mi cabeza se puso a pensar en el chico que era un par de años atrás y en cómo el número en la caja de seguidores lo habían transformado. Son esas cosas que llegan a tu vida sin explicación, y debes decidir si lo dejas o encuentras la manera de construir lo mejor que puedas con eso.
Los eventos; las sesiones de fotos; los giveaways; los códigos de
descuentos; las transmisiones en vivo; las personas del medio; las marcas; la “paga”; lo que muestras y lo que no; lo que las personas piensan que eres, lo que quieres ser y lo que en realidad eres. Todo esto en un mundo en donde siempre hay alguien que observa, que espera tus errores, celebra tus victorias, comenta lo que haces, exige que hagas más o que dejes de hacer; en un mundo en donde además de esto, tienes familia, amigos, una mascota, una chica que te gusta.
Se vuelve fácil poner tu vida en manos de las redes sociales, pero nunca deja de ser lindo tomarte cinco minutos para ver el cielo sin decir nada, sin tomarle una foto y publicarla, solo mirar y recordar que la cantidad de seguidores no nos hace más grandes, nos hace globales. Y se vuelve un compromiso.
